Posts Tagged ‘amor

27
Jun
09

Jean Vigo, vanguardia fílmica

Finalmente, el último de los cuatro artículos sobre cine que hice para el «El Conservador». Sobre el francés Jean Vigo (abril, 2005):


«JEAN VIGO, vanguardia fílmica»

Ángel Rey Gallego

Vigo - Atalante

Este 26 de Abril [de 2005] se cumple el centenario del nacimiento del vanguardista Jean Vigo, que en apenas unos años de vida activa como realizador revolucionó el mundo del séptimo arte con sus películas, filmografía cuya duración total no llega a las 3 horas. Hizo un interesantísimo corto documental de la ciudad de Niza titulado «A propósito de Niza» («À propos de Nice» ); otro corto sobre la natación; «Taris, campeón de natación» («Taris, roi de l´eau»); el mediometraje «Cero en conducta» («Zero de conduite»), sobre la revolución de unos chicos en un internado y un único largometraje, de temática amorosa, «L´Atalante», su obra maestra y canto final ya que, apenas rodada, murió de tuberculosis. Tenía 29 años.

Es muy posiblemente la más grande pérdida de un director joven en la Historia del Cine. Su obra, tan brillante como fugaz, tiene una calidad excepcional siendo uno de los grandes realizadores no sólo de Francia, sino del mundo.

Nació en 1905, en una buhardilla llena de suciedad y gatos. Su padre, de ideas anarquistas, murió en extrañas circunstancias cuando Vigo era niño, el cual, según fue haciéndose mayor, empezó a recopilar información para reivindicar la figura de su progenitor, muy atacado por el poder imperante entonces y tachado en ocasiones hasta de traidor a su patria.

Pasó su niñez y adolescencia en diferentes colegios con nombre falso para no desvelar de quién era hijo. En su juventud contrajo tuberculosis que fue la causa de su temprana muerte. En una de las clínicas donde le trataron conoció a Lydou, afectada de la misma enfermedad, con la que se casó y fue su único amor.

Desde muy pronto, tuvo muy claro que quería dedicarse al cine. El problema era que no tenía suficientes contactos para entrar en ese mundillo. Llegó a trabajar en un rodaje sólo por conocer la elaboración de las películas desde dentro, entusiasmándole de inicio la tarea, pero, cuando aquello acabó, no le bastaba un puesto sin importancia en aspectos artísticos. Quería dirigir.

Conoció al cámara Boris Kaufman, su colaborador habitual en adelante, e inmediatamente se pusieron manos a la obra para realizar un documental mudo sobre la ciudad de Niza (en 2001 se ha editado una versión sonora con música a cargo de Marc Perrone). Jean Vigo comenzó a leer todo tipo de libros para ilustrarse sobre la historia de la ciudad y sus monumentos, hasta que se dio cuenta de que aquello era un mal camino. Debía captar la esencia de Niza y, a la vez, introducir en el documental sus inquietudes políticas, cercanas al anarquismo de su padre, entre las que se incluía una crítica a la burguesía de la época y algunas escenas anticlericales y antimilitaristas. La sátira y la denuncia social están en todo momento presentes. Esta realización es más bien un experimento de montaje, con resultados más que satisfactorios. Una sucesión progresiva de imágenes que se van relacionando unas con otras pasando por diferentes lugares y ambientes de la ciudad. Se ven las personas que caminan por la avenida principal, de variados estratos sociales, los preparativos del Carnaval, las zonas pobres en contraste con las opulentas, un cura que se aleja ante las liberales chicas que bailan en el Carnaval…

Paulo Sallès Gomès trata más extensamente en su libro la elaboración de los films de Vigo, adjuntando anotaciones de las impresiones e ideas que quería plasmar en sus diferentes obras.

En 1931 hace «Taris, campeón de natación», un pequeño documental deportivo en el que experimenta más en profundidad con la cámara lenta (algo que había iniciado en «A propósito de Niza»). Se recrea en los diferentes movimientos que realiza el nadador cuando está en el agua, pero de tal manera que no resulta aburrido en su poco metraje (9 minutos aprox.). Además, se permite realizar ciertos juegos técnicos con la cámara. Por ejemplo, cuando el nadador sale de la piscina y se va del lugar, tras saludarnos llevándose la mano al sombrero, camina hacia delante semejando que anda sobre las aguas mediante superposiciones de distintas tomas. Aunque no es la pieza más importante de sus obras, nos percatamos perfectamente del componente poético del estilo del autor.

cero en conducta Con «Cero en conducta» llega la más grande de sus polémicas. Es una historia que le sirve para plasmar en el celuloide sus ideales revolucionarios.

La narración está perfectamente dosificada en sus escasos 41 minutos, lo que la ha llevado a ser incluida en la selección de 100 films del libro de John Kobal, junto a la posterior, «L´Atalante». Está basada, casi con seguridad, en las experiencias de infancia del director. En un estricto internado, los chicos son castigados numerosas veces hasta que, un día, deciden planear una revuelta contra el director y demás mayores. Esto conduce, entre otras, a la mágica escena de la batalla de almohadas, reproducida a cámara lenta, con las plumas volando por los aires.

batallaalmohadas Está encuadrada en el estilo del realismo poético del autor, con toques surrealistas en algún detalle concreto. Aunque no es la base del mediometraje, los personajes principales están bien definidos, teniendo en cuenta la mayor importancia que tiene el grupo, la clase. Por otro lado, el poder establecido, contra el que va encaminada la protesta, se centra en el ridículo director del internado y los profesores. Le sirve a Vigo para su crítica al sistema y a la burguesía imperante, lo que llevó a que esta obra fuera censurada hasta finales de 1945. Tampoco ayudó que, durante la mencionada «escena de las almohadas», apareciera, fugaz e imperceptiblemente, el sexo de uno de los niños.

Creo recordar que Garci comentó que, sólo por esta película, Jean Vigo ya merecería un lugar en la Historia del Cine. La tuberculosis le dejó aún tiempo para hacer su único largometraje y obra maestra, «L´Atalante».

533hb6 El autor quiso evitar los anteriores problemas con la censura y escogió un guión de tema aparentemente manido, al que supo dotar de su estilo. José Luis Garci, cuando programó este film en su espacio «¡Qué grande es el cine!» (precedido de un interesantísimo documental sobre Jean Vigo y las vicisitudes que corrió «L´Atalante»), mencionó que le había sorprendido que la película de un moribundo demostrara tantas ganas de vivir y tanto optimismo, a pesar de las dificultades.

El argumento trata de una pareja de recién casados que se van a vivir a la barcaza de la que es patrón el marido y, a partir de ahí, poco a poco, surgen roces entre ellos que dan origen al conflicto principal de la película. Tiene un tono profundamente lírico, con escenas muy bellas y de gran fuerza sugestiva, como aquella en la que los dos amantes protagonistas duermen en lugares diferentes, acariciando cada cual su propio cuerpo, recordando de esta manera cuando estaban juntos y el amor que todavía sienten.

latalante-0113 Con esta historia, el director destila una narración donde vuelca toda su vitalidad, mientras, a un tiempo, él la está perdiendo en la vida real a marchas forzadas durante un crudo invierno de rodaje. Ya en cama, da las últimas instrucciones de montaje a sus colaboradores. Ha acabado su trabajo. Poco después, muere. Los amigos impiden a su mujer Lydou tirarse por la ventana. La productora cambia de título y música a la película. Se la mutila desde los noventa y tantos minutos a poco más de una hora. Apenas llega a estar unas semanas en cartelera y acaba siendo guardada. Años después se reestrena la obra íntegra recibiendo caústicas críticas («Tras 12 años de censura la película de un muerto decepciona a sus admiradores» titula el Samedi Soir, el 17 de noviembre de 1945; reproducido en «Jean Vigo» de P. E. Salès Gomès, pág. 279). En los años 90 se restaura con gran dificultad al formato casi original.

Todavía resultan difíciles de encontrar las cintas de un realizador francés, muerto a los 29 años.

Nota agregada: Afortunadamente, en el mismo 2005 salió una estupenda edición en DVD cuajada de extras de la obra íntegra de Jean Vigo.


INFORMACIÓN DE INTERÉS SOBRE JEAN VIGO Y SU OBRA:

* «Jean Vigo». Paulo E. Salès Gomès. Ed. Circe. Barcelona, 1999.
* «100 Grandes directores de cine». José María Caparrós Lera. Alianza Editorial. Madrid, 1995.
* «Las 100 mejores películas». John Kobal. Alianza Editorial. Madrid, 1995.
* «Diccionario del cine». Georges Sadoul. Ediciones Istmo. Madrid, 1984. (Colección Fundamentos).
* «Historia básica del cine». Gonzalo Muinelo Alarcón. Edita: Caja de Ahorros Provincial de Valladolid. Valladolid, 1988.


Y EN INTERNET:

* http://pobladores.lycos.es/channels/cine/THE_WILD_ONE/area/44
* http://www.sensesofcinema.com/contents/directors/02/vigo.html
* http://www.imdb.com/name/nm0897118/
* http://www.nyfavideo.com/content/cat-VIGO.htm
* http://www.kinoki.org/documental/jeanvigo.htm
* http://www.diplomatie.gouv.fr/mediasociete/cinema/promotion/diffusion_nc/collections/galerie/
realisateurs/106.html
* http://increvablesanarchistes.org/articles/biographies/vigo_jean.htm
* http://www.bookrags.com/biography/jean-vigo/
* http://nezumi.dumousseau.free.fr/jeanvigo.htm#bio
* http://www.artificial-eye.com/dvd/ART004vd/main.html
* http://www.artificial-eye.com/dvd/ART004vd/dir.html
* http://movies.yahoo.com/shop?d=hc&cf=gen&id=1800029700
* http://www.videovista.net/reviews/dec04/jeanvigo.html
* http://www.webster.edu/fatc/zero.html

02
Jul
08

Sobre el Arte

Una obra de Arte ha de tener una calidad buena, mala o regular de una forma objetiva, si no, valdría todo. Si dos personas afirman que, por ejemplo, una película es buena y mala alternativamente, una de ellas habrá de estar necesariamente más cerca de la «Verdad»; si ambas opiniones se aceptan, cualquier afirmación u opinión sería válida, al igual que de un sistema inconsistente (que contiene un enunciado contradictorio), debido al principio de explosión («todo es demostrable cuando se tiene una contradicción»), «se puede deducir cualquier otro enunciado». La Verdad no es democrática, sólo es o no es, independientemente de mayorías.

Es cierto que es difícilmente mensurable la calidad artística o la belleza de algo, pero eso no significa que no la tenga en concreto; igual que sólo porque no conozcamos o hayamos demostrado un teorema matemático éste va a dejar de ser verdadero o falso. Las verdades son objetivas, pero, debido a la imperfección y/o parcialidad del Ser Humano, tomamos ciertos aspectos como subjetivos, que no son realmente subjetivos en sí mismos, lo que son subjetivas son nuestras percepciones y análisis falibles, pero lo verdadero sigue siéndolo independientemente de lo que pensemos.

El Arte es muy difícil de definir -de momento no vamos a trazar una definición-, pero es evidente que un concepto mínimamente aproximado sobre ello existe… como también existe sobre realidades intangibles como el Amor o la Belleza, o sobre sensaciones que no se pueden medir fácilmente con números como el miedo.

El Amor, como el Arte, no es algo que se pueda medir de una forma absolutamente certera al ser una percepción personal difusa. Es una sensación que tenemos y que, con nuestros errores de percepción y de análisis o razonamiento, tratamos de asumir, comprender y reflexionamos sobre ella; pese a los problemas que podamos tener para cuantificarla, sí que graduamos en mayor o menor medida un mayor amor hacia alguien en particular que a otra persona, y mayor calidad artística de una obra frente a otra.

El amor o el goce que nos produce admirar un obra de arte (novela, cine, pintura…) son percepciones bien distintas aunque en ocasiones tengamos problemas al definir o identificar cada una de ellas y en qué medida se dan, pero siguen siendo, en tanto que son percepciones o sensaciones, experiencias empíricas reales. Decir que el arte no existe porque es «etéreo» y las definiciones dadas son contradictorias (no hay que olvidar que son tentativas de definir algo complejo) es como decir que conceptos con estos mismos problemas, como el amor (diferente del sexo) o la belleza, no existen.

Los problemas a la hora de clasificar y graduar una sensación no implican que ésta no exista o no sean de distintas magnitudes unas sensaciones cualitativamente iguales: por ejemplo, el miedo es un tipo de sensación con diferentes intensidades, pese a ser difícil de medir.

Hay que añadir que la calidad artística de una obra puede tener distintos factores o características, pudiendo ser dos obras de arte equivalentes en calidad general, difiriendo la valoración en distintos factores tomados uno a uno: serían obras sencillamente diferentes, aunque equiparables en calidad; como el juego «piedra, papel o tijera», en el que los tres elementos son distintos pero no hay uno que sobresalga sobre el resto (aunque el ejemplo no es perfecto porque implica una competición, etc.).

El buscar medir todo a toda costa, el positivismo puede ser bastante útil en Ciencia, pero hay que tener en cuenta que hay campos difíciles de medir por su complejidad o que quizá, por alguna razón, no se puedan de ninguna manera.

Para terminar, voy a tratar de dar también una tentativa de definición y/o explicación de lo que es el Arte, que sería aquel producto que sublima y hace trascender la realidad y es capaz de que los seres humanos se impliquen emocionalmente con dicho producto. Por ejemplo, cuando en España vemos partidos de la selección española aparece una implicación emocional, pero no es una sublimación de la realidad, son emociones del mundo real; en cambio, una novela, aunque tome prestados elementos de la realidad, no es real, su tratamiento es ficticio (hasta las obras basadas en hechos reales son ficticias al plasmarlas). Añado además que «sublimar la realidad» es transformar lo real en otra cosa, concentrando e intensificando fuertemente las emociones y demás aspectos, llegando incluso a vislumbrar la esencia de lo que estamos examinando. El arte aporta algo que la realidad no tiene por sí misma, ya que el autor pone parte de su punto de vista y emociones en su obra.

Como vemos, es muy difícil de definir de una forma absolutamente rigurosa y, al explorar la cuestión, hay riesgo de desviarse del tema y tomar caminos erróneos al ser el Arte un algo insasible, pero para quien logra ver y comprender una obra de arte, la sensación es totalmente diferente de la realidad cotidiana, lo cual es una percepción empírica y real: acerca de esto podría establecerse como argumento científico el «síndrome de Stendhal» que, pese a ser considerada una enfermedad psicosomática difícilmente predecible y mensurable, es una constatación empírica. Esto nos lleva a pensar que algunas obras que no cumplan estas condiciones de «trascendencia» quizá no deban ser consideradas como Arte: una novela sin esa emoción especial que es la artística no sería literatura. También cabe plantearse que pueda haber personas incapaces o con dificultades para percibir enteramente esa sensación artística, pero eso no quiere decir que no exista.




Categorías

Archivos

Blog Stats

  • 272.149 hits